viernes, 1 de junio de 2007

DECLARACIÓN COPERFFAA

A NUESTROS CAMARADAS DE ARMAS EN RETIRO
A LA OPINIÓN PÚBLICA



Una nueva tragedia humana ha debido acontecer a vista y paciencia de muchos, para saciar la sed de venganza de unos pocos.

El reciente suicidio del ciudadano civil, CARLOS MARCOS M, quién se desempeñara como ayudante de cocina de su padre, un distinguido ex SUBOFICIAL de Ejército, en una organización creada en su oportunidad por el Estado de Chile, para hacer frente al flagelo subersivo – terrorista que amenazaba los valores, objetivos y forma de vida respaldados por la inmensa mayoria de los chilenos y sus Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad, a partir de los inicios de la revolución Cívico – Militar del histórico 11 de Septiembre de 1973, acontecimiento de la mayor trascendencia en la vida independiente de nuestra Nación, se viene a sumar al sacrificio de otros camaradas de armas y civiles que, sintiéndose acosados incansablemente por la oprobiosa acción de quiénes se dicen “DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS Y LA JUSTICIA”, mirado desde una egoísta perspectiva, han tomado la resolución fatal de poner fin a sus vidas, antes de seguir aceptando las odiosas amenazas para ellos y sus familias, cómo asismismo, la tortura psicológica y hasta física de que han sido objeto durante mucho tiempo.

Que penoso y frustrante deberia resultar para una masa ciudadana, él que continúen sucediendo sacrificios de vidas hermanas hoy, después de más de 30 años de acontecidos los enfrentamientos principales a los que fueron llevados el pueblo de Chile y sus Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad, por quienes quisieron implantar en nuestro país, representando a una escasa minoría de éste, una dictadura del estilo soviético – cubano, de conocida ideología atea y contraria a la libertad del ser humano.

Penoso, por cuanto se comprueban una vez más en la historia, que los pueblos parecen no valorar adecuadamente los sacrificios de muchos de sus conciudadanos, de uniforme o de civil, por salvarlos de la destrucción de la Patria común y de la pérdida de su identidad y libertad individual.

Frustración, al haber transcurrido tantos años de sucedido los enfrentamientos y no ver en las autoridades políticas y judiciales, la voluntad suficiente para cicatrizar las heridas del pasado reciente, lo que debió haberse logrado en el primer gobierno de la Concertación, llamado de transición, el que lejos de resolver el problema, atentó gravemente contra el principio básico de respeto a la independencia de los otros Poderes del Estado e influyó negativamente en el Poder Judicial, impidiendo con ello la necesaria aplicación de las leyes que imperan en los países donde se respeta efectivamente el Estado de Derecho, dictadas justamente para que, en casos como el ocurrido en Chile, pueda llegar más temprano que tarde, la ansiada e imperiosa reconciliación entre quienes, por destino geográfico y político, deberían coexistir como hermanos en una misma Nación.

Frustrante, además, que la actual gobernante de la misma coalición y transcurridos 16 años de gobierno consecutivo de ésta, haya perdido una vez más la oportunidad de entregar las señales adecuadas, que estamos seguros espera la mayoria del país, para terminar con el espírito de odiosidad, revanchismo político y venganza, en contra de nuestros Camaradas de Armas, y de los hombres y mujeres que sirvieron lealmente a su Patria, los primeros en el cumplimiento de su fidelidad a ella y en acatamiento a las órdenes de sus superiores y, los segundos, por imperativo de su conciencia ciudadana.

Siendo la revolución Cívico – Militar de 1973, la de mayor trascendencia para Chile ya que, como tal cambió, modernizó y restableció los principios y estructuras del sistema democrático que rige hasta hoy, no cabe duda que pese a todos los adelantos que significó para el país, provocó también dolor y penas en muchas familias que perdieron a alguno de los suyos. No se conoce en la Historia el caso de una Revolución trascendente como la nuestra, en que proporcionalmente este número de bajas haya sido más reducido. Nuestro sector afrontó dignamente el costo y el luto en sus filas; pareciera haber llegado el momento, por el bien de Chile, de un acto de reciprocidad del bando opuesto.

Por ello es que, de primar el interés común del Estado, los gobiernos que sucedieron al Cívico – Militar que les entregara ejemplarmente el mando de la Nación, en cumplimiento de la palabra empeñada y expresada en la Constitución Política del Estado del año 1980, manteniendo el respaldo ciudadano del 44% y las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad no tienen excusa posible para que se continúe beneficiando judicialmente y otorgando privilegios económicos, sólo a unos sectores en pugna, justamente a quienes propiciaron en su momento la destricción del Estado burocrático de entonces, arrastrando con ello a la cuasi guerra civil prvia al 11 de Septiembre de 1973; y, se deje en la indefensión jurídica y ajena a todo beneficio económico, a quienes debieron actuar enfrentándolos, inspirados por el Juramento a la Bandera a defender a Chile y a la inmensa mayoria de sus hijos, que les pidieron y exigieron actuar en su nombre. Muchos de nuestros nobles camaradas cayeron en combate y otros arteramente asesinados a mansalva, por terroristas nacionales y mercenarios avecindados en Chile de 1973.

¿Qué reconocimiento se les ha dado a ellos o a sus familiares, por parte del Estado? ¡NINGUNO!

¿Qué trato han tenido nuestros Camaradas Oficiales, Suboficiales, Clases, PAC, Gente de Mar y Empleados Civiles que han sido sometidos a proceso o están cumpliendo condenas hasta el día de hoy, acusados y/o condenados por presuntas violaciones a los Derechos Humanos, incluida la aberración jurídica de Secuestro Permanente? ¡SOLO INJUSTICIA!

Las Organizaciones de Personal en Retiro representadas en la COPERFFAA, esperan y exigen ecuanimidad en la justicia y en los derechos que corresponden a todos nuestros camaradas, única forma que algún día, todos los chilenos y chilenas y no sólo algunos de ellos, volvamos a sentirnos realmente hermanos, en especial nuestros herederos, en el hermoso país que nos tocó vivir, amar y defender como Patria Común.

Esperamos finalmente que las autoridades políticas del Estado de Chile, en su calidad de estadistas en los niveles superiores de la conducción de la Nación, reciban y entiendan este urgente llamado, antes que nuevas tragedias traigan dolor y luto a otras familias, por falta de voluntad política de quienes tienen el deber constitucional y moral, de velar por igual por todos sus conciudadanos. Nosotros, por nuestra parte, no dejaremos solos a nuestros camaradas y haremos todo lo que esté a nuestro alcance, para que se les reconozcan y respeten sus derechos fundamentales




(fdo) JAIME NUÑEZ CABRERA
BGL, PRESIDENTE DE COPERFFAA



(Trascrito)


(fdo) FELIPE ANDRÉS SAN MARTÍN TRAIPI
Ex Presidente Nacional Juventud
Movimiento Unitario Nacional
¡¡¡VIVA CHILE!!!